No es hasta el siglo XXI, según recoge la Fundación Adecco, cuando empezamos a dejar atrás esta perspectiva -que considera a la persona con discapacidad como alguien inactivo e improductivo- para evolucionar hacia un nuevo enfoque en el que a la persona con discapacidad se le reconocen sus habilidades, competencias, recursos y potencialidades al igual que las personas sin discapacidad y se le brindan los apoyos necesarios para desarrollarlos. Y es que, tal y como señalaba, Jesús Argumedo, especialista en diversidad en ACCIONA con una discapacidad visual, “el talento debe estar siempre por encima de la discapacidad”.