Fast forward y llegamos a la carrera. A Jesús le fascina la industria tecnológica, pero también es “un friqui de las marcas”. Así que hizo el siguiente razonamiento: “¿Qué carrera me puede ayudar a mí a trabajar en aquellas empresas que a mí me gustan, independientemente del sector o de la industria? Pues Publicidad y Relaciones públicas, porque todas las empresas, independientemente de su sector, tienen un departamento de comunicación y un departamento de marketing”. De modo que se enroló en la Universidad Complutense, en la facultad de Ciencias de la Información.
Una de las características del talento y el trabajo es que hacen que las cosas parezcan fáciles: ese bailarín que hace piruetas en el aire, la conferenciante que da una charla sobre economía sin un papel en la mano, el pintor que materializa una magistral acuarela con unas pinceladas sueltas. Al oírle hablar, Jesús transmite esa misma sensación: menciona sus puestos de trabajo en multinacionales y emplea la jerga corporativa como si fuese su medio natural, pero nada más lejos de la realidad.
“A mis 24 años, teniendo una discapacidad visual, había aplicado para ser becario en empresas, consultoras de comunicación, y en las entrevistas a partir de las preguntas que me hacían, era evidente que para quien me entrevistaba, la discapacidad tenía más relevancia que mi motivación o estudios. Por fin, una gran empresa me dio la primera oportunidad”. Se refiere a su primer trabajo en Dell como becario de marketing. Después, siguiendo con su vocación tecnológica, pasaría a otro de los grandes de la informática: Hewlett Packard.