En España se goza de mínimo 30 días naturales o 22 laborables, en Hong Kong de siete, y en Estados Unidos sin días por ley. Las organizaciones también han dado, o lo están haciendo cada vez más, pasos importantes para favorecer un buen descanso anual a sus colaboradores. Hay empresas que ofrecen más días de los fijados por ley, otras empiezan a ofrecer una política de vacaciones sin límite, y otras se esfuerzan para que las parejas coincidan en su tiempo de reposo.
Vacaciones que generan recursos, las más óptimas para la empresa y para el profesional
A diferencia también de lo que podemos pensar, los estudios que relacionan vacaciones con productividad son escasos. Todos somos conscientes de que necesitamos días de reposo, ya sea negativo o positivo para la productividad de nuestras organizaciones.
Sin embargo, hay una pregunta más concreta, y donde las organizaciones tienen un cierto margen de maniobra, que es ¿cómo las distintas experiencias vacacionales afectan a nuestros procesos de recuperación, y consecuentemente a nuestro bienestar? No todas las vacaciones o experiencias vacacionales afectan a nuestro proceso de recuperación de la misma manera, y el siguiente estudio de Fritz y Sonnentag así lo demuestra (Fritz & Sonnentag, 2006).
Para su investigación, Fritz y Sonnentag realizaron un estudio longitudinal a 221 trabajadores alemanes, facilitando distintos cuestionarios antes, durante y después de las vacaciones. Los autores, basándose en la teoría de conservación de recursos de Hobfoll (1989), distinguieron entre dos tipos de experiencias vacacionales, las que consumen recursos, y las que generan recursos, siendo solo esta última en la que la persona se siente recuperada. Estudios previos indican que en el periodo de vacaciones las quejas leves de salud recurrente durante el año como dolores de cabeza o problemas de insomnio se desvanecen. Pero vamos a explicar en qué consisten estos dos tipos de vacaciones:
– Entre las experiencias vacacionales que consumen recursos, se encuentran aquellas en las que:
1) se sigue pensando en negativo sobre el trabajo (reflexiones negativas) como podría ser pensar en todo aquello que no nos gusta, lo que ha salido mal, lo que queda por resolver.
2) suceden “molestias no laborales”, como discusiones con la pareja, hijos, o accidentes o contratiempos que consumen recursos.
En ambos casos, el periodo vacacional no cumple su objetivo, ya que absorbe recursos, y no permite su regeneración. Las organizaciones, como veremos, poco pueden hacer en el segundo caso, pero sí en el primero.
– En el caso de experiencias vacacionales que generan recursos, los autores identifican:
1) una reflexión positiva sobre el trabajo, como podría ser la sensación positiva al pensar sobre el trabajo realizado durante el año, o sobre los objetivos conseguidos, así como la ilusión de reflexionar sobre los nuevos proyectos que nos esperan.
2) También se identifican como experiencias vacacionales que generan recursos aquellas donde hay momentos de relajación, es decir tiempo para uno mismo, para descansar, leer, pasear tranquilamente.
3) Así como las experiencias de maestría o dominio, que son las relativas a aquellas experiencias nuevas aprendidas durante las vacaciones, como el manejo o realización de un nuevo deporte, la iniciación a una nueva lengua, o la expedición a una montaña con éxito. Estas tres experiencias descritas generan recursos, y los investigadores concluyen que, al generar recursos, aumenta nuestro bienestar.
Qué pueden hacer las empresas para favorecer vacaciones reparadoras
Por lo tanto, delante de los resultados de Fritz y Sonnentag, ¿Qué pueden hacer las organizaciones antes, durante y después de las vacaciones de sus empleados?
- Comprender que no todas las vacaciones son lo mismo.Lo que sucede durante el periodo vacacional importa porque tiene implicaciones en la vuelta, y las organizaciones tienen un cierto margen de maniobra.
- Antes de las vacaciones: Con el fin de facilitar unas buenas vacaciones, y siendo conocedores de los resultados de Fritz y Sonnentag, es importante poner en valor todo el trabajo realizado durante el año. Puede haber un momento de reflexión colectivo, o en pequeños equipos. También se puede aprovechar para agradecer el trabajo realizado antes del periodo laboral, así como para inyectar ilusión en los futuros proyectos. En definitiva, dejar buen sabor de boca.
- Durante las vacaciones: Las organizaciones deber ser facilitadoras de las buenas vacaciones de sus empleados. Es decir, las compañías o los managers responsables de los equipos también se lo tienen que tomar en serio. Esto quiere decir, no interrumpir, invitando de forma explícita a no leer correos ni contestarlos, menos aún generarlos, para que haya momentos de relajación y, consecuentemente, de recuperación.
- Después de vacaciones: Tan importante es cerrar bien el período laboral, como iniciarlo. Los autores advierten que una carga excesiva de trabajo durante la primera semana hace desvanecer o eliminar aquella buena energía conseguida durante las vacaciones. Es importante, por lo tanto, gestionar bien la vuela, y prolongar y evitar el desvanecimiento (fade-out vacation) de los efectos positivos de las vacaciones.
¡Entre todos, si tomamos conciencia de lo importante que es este periodo de tiempo para las personas, podemos aprender a procurar a los compañeros y a nosotros mismos unas vacaciones sanas, reparadoras y beneficiosas para el trabajo y la vida personal.
Bibliografía
Fritz, C., & Sonnentag, S. (2006). Recovery, Well-Being, and Performance-Related Outcomes: The Role of Workload and Vacation Experiences General Effects of Vacation on Well-Being and Performance-Related Outcomes. Journal of Applied Psychology, 4, 936–945.
Hobfoll, S. E. (1989). Conservation of resources: A new attempt at conceptualizing stress. American Psychologist, 513–524.